viernes, 27 de julio de 2012

La leyenda de la meditación

Cuentan algunas personas del norte de la India que han visto a unos misteriosos tipos. Unos tipos embutidos en sedas granate y verde, unos tipos que emigraban lejos de la ciudad. Cuentan algunos entendidos que son parte de un algo, de una orden, de una religión. Cuentan un par de ancianos sabios que su orden tiene siglos de antigüedad. Y algún oráculo te contará que su creador soñaba con descubrir el mayor secreto que encierra la mente humana. 
Este hombre, heredando las costumbres budistas, emigró a una montaña lejana a su poblado natal a muy temprana edad, él era capaz de debatir a los ancianos sabios en su adolescencia y muchos afirmaron contemplar milagros salidos de sus manos. Se cuenta que no tomó alimento o bebida alguna en su tiempo como ermitaño, que sólo meditó, que su cuerpo ya no era parte de él. 
Hay quien afirma ver su cuerpo sentado en los bajos de una catarata justo debajo del agua, con serenidad, fortaleza y una expresión de vacío en su rostro. 

Si encontraseis a ese oráculo os diría que después de setenta años como ermitaño un día se le vio andar desde un monte hasta un poblado pequeño con el mismo aspecto con el que salió, los campesinos le miraron aturdidos y sorprendidos, él les miraba con una mirada de superioridad y comprensión al mismo tiempo... les dijo "tenéis mucha suerte de soñar como soñáis" y prosiguió su camino. 

Si encuentras a ese oráculo es posible que te diga que la inmortalidad es una maldición.


Larry
Desde la Casa de los Mitos olvidados
Historias Irrelevantes

No hay comentarios:

Publicar un comentario