domingo, 9 de junio de 2013

Las noches de invierno

Oh... la noche de invierno... tan larga y reveladora. Estoy oxidado aún, ha nevado, me alegro de no sentir el frío en mi cuerpo. Ya no lo siento y apenas lo recuerdo. Camino entre las tumbas de aquellos que algún día fueron de los míos. Camino y acabo entre lápidas de desconocidos... Admiro sus estatuas, sus mausoleos y sus epitafios. Hay gente con mucha imaginación, ¿sabéis? Ah... las noches de invierno... las echaba de menos. Todos están recogidos, todos están en sus casas, todos están resguardados y nadie espera nada. Tan sólo quieren calor, calor de sus seres queridos, ¿y qué pasó con aquellos a los que nadie quiso? Que murieron de frío. Y ahora yo camino entre sus tumbas. 

La Luna está preciosa esta particular noche... es bellísima cuando se lo propone, te saludo Dama de entre de las damas. Apenas hay nubes, las pocas que hay no se atreven a echar su tormenta sobre mí ni sobre los muertos. Hay quien teme la ira de los muertos, quien lo hace no conoce a los muertos. 
Desesperación, quizás desesperación es lo poco que pueden llegar a sentir... lo sienten aquellos que no zanjaron lo que empezaron, no está bien dejar algo a medias, es casi peor que prometer querer a alguien hasta tu muerte. Es igual, hace una noche preciosa. 

Hace un tiempo, cuando aún tenía un cuerpo de carne y hueso, amé a una persona, "qué suerte" dicen unos, "me alegro" dicen otros, "pobre de ti" dicen unos pocos. Murió, ella murió. Pero no fue enterrada aquí, fue enterrada donde nació, muy lejos de esta zona invernal. No la echo de menos, ya no... Uno comienza a desesperar hasta que se da cuenta de lo absurdo que es, no va a volver, sólo queda tragar esa saliva que está llena de espinas, clavos y cuchillas, llorar por última vez y seguir hacia delante guardando lo que sentiste en tu recuerdo. Menos mal que aún tengo memoria. 
Creo que hay gente en el cementerio, es extraño teniendo en cuenta que es una noche de invierno. Iré a ver, si no escribo más es que por fin han venido a quienes espero. Gracias por haber leído hasta aquí. 

Nada, resultó ser un pajarraco. 

Me gusta escribir pensamientos, es casi lo único que me queda, eso, mi pala y mi sombrero. Trato de averiguar cómo he llegado hasta aquí pero tengo huecos en mi memoria, como lagunas enormes de vacío y ruido blanco... tengo aún esperanzas o eso me digo para tenerlas. 
Sé que fui un enterrador y sé que me gustaba serlo. Un enterrador de un pueblo pequeño, el único que quiso serlo. Siempre me gustó la muerte, la idea de morir... como un amor absolutamente imposible, como un amor de apenas un instante. Trabajar con muertos era, para qué mentir en mi diario, era morboso, trabajar con los cuerpos que antes contenían un alma... trabajar con los contenedores más caros de la historia, portadores de la sustancia más preciosa que existe... tenía cierta gracia y caminar entre ellos siempre me animaba por alguna extraña razón. Hay quien nace bombero, hay quien nace militar, hay quien nace médico, artista o deportista. Yo nací enterrador. Echármelo en cara si queréis. 
Sé que aún soy enterrador pero no soy lo mismo, antes estaba hecho de carne y ahora estoy hecho de latón, aunque yo aún conservo mi corazón. Ah... sé que mientras me engrase las juntas seré inmortal, lo cual me aterra, pero no sabría morir en paz. 

A veces tengo miedo de cumplir lo que deseo, lo que anhelo, porque de cumplirlo... ¿qué me quedaría? ¿Otro sueño? ¿Me quedaría saboreando el que he cumplido? Prefiero esta incertidumbre, esta carrera de Hércules contra la tortuga que nunca acabará. A veces tan sólo quiero sentarme y disfrutar de las noches de invierno. 

Reflexiones nocturnas del Enterrador de Latón
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3 comentarios:

  1. Oh-Dios-Mio.
    Evocador. Me sentí en medio de un cementerio iluminado por la luna... Se merece más entradas esta historia. Se merece una larga y fructífera historia.

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    1. Que tendrá, ya que no tiene mucha imaginación y es un autor, ¿de qué hablará si no de su historia? :3
      Gracias Mai >/////<

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  2. ``sólo queda tragar esa saliva que está llena de espinas, clavos y cuchillas, llorar por última vez y seguir hacia delante guardando lo que sentiste en tu recuerdo´´.

    T.T

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