domingo, 2 de junio de 2013

Sorpresas por la mañana

Una vez vi a un hombre sin cara. Ni cabeza. 

Este hombre lo encontré por pura casualidad una mañana de hace años, una mañana de domingo, de cigarros apagados y resacas. Me tomaba un café, no era un buen tiempo para nadie. Sentada, en una cafetería, me preguntaba por qué la lluvia nos inspira tanto... siempre la quise muchísimo, a la lluvia digo; entonces vino él, se sentó delante mío preguntando por mi historia, por lo que había pasado. No sé aún hoy por qué me preguntó algo así, no es algo usual que digamos ni tampoco es una información útil... Yo no la veo útil desde luego. 
Este hombre me sorprendió mucho, su cara era muy natural, y eran casi imperceptible las imperfecciones de su disfraz, no tenía siquiera ojos reales. Llevaba una máscara perfecta, una que le decía "sal a la calle, vive tu día, sé amable, ayuda a quien lo necesite, descubre el mundo" y eso hacía él. Disfrutaba con ello, aún con una máscara.

Después de contarle mi historia estuvimos charlando un buen rato. Empezamos prontísimo, apenas había amanecido y ya era mediodía. Me gustaba que, mientras contaba sus pensamientos y delirios, dibujaba en una servilleta de papel seres fantásticos que nunca había visto. Estos son algunos de ellos:




Le dije que los conservase y me dijo que no, que ahora deberían vivir por su cuenta, eché una carcajada y se los quité. Nos hicimos muy amigos en apenas una mañana, no tenía aspecto de tener muchos amigos y que los dioses me destruyan si miento cuando digo que yo no tenía ninguno... Fue la mejor mañana que hasta entonces había vivido y todo gracias a que un niño curioso me preguntó cuál era mi historia. ¿Cuál es mi historia? A veces me gustaría escribir que no me mordí el labio y que no miré hacia otro lado... pero esa es mi historia. ¿Cuál es mi historia? Ahora sonrío, mi corazón se llena de nostalgia y mis pasos, diarios, recuerdos, amistades y actos me sacan lágrimas a abrazos, los más sinceros abrazos del mundo mundial. 


Cuál es mi historia... Al final no importa cuál es, no importa si es alegre, triste, sádica, trepidante, variada o monótona... Creo que lo que importa al final no es cuál es esa historia si no lo que hagas hoy con ella. 

Suerte
Remuevo un café cada mañana
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1 comentario:

  1. ''una mañana de hace años, una mañana de domingo, de cigarros apagados y resacas''.

    ''¿Cuál es mi historia? Ahora sonrío, mi corazón se llena de nostalgia y mis pasos, diarios, recuerdos, amistades y actos me sacan lágrimas a abrazos, los más sinceros abrazos del mundo mundial''.

    ''Creo que lo que importa al final no es cuál es esa historia si no lo que hagas hoy con ella''.


    Y no copio y pego el texto entero por que
    me parece exagerado... Dioses, amo a Suerte.

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