miércoles, 22 de abril de 2015

¿Qué es una historia?

-¿Dónde ocurría todo esto?
-En una tarde de lluvia. Eran dos. Pero era imposible que se vieran.
-¿Por qué?
-Uno de ellos estaba obsesionado con encontrar y la otra demasiado concentrada en no ser encontrada. El primero nunca llegaría a nada por su obsesión y la segunda nunca se daría cuenta de que la buscan.
-¡Chorradas! ¡Seguro que se encuentran!
-Te gustan los finales felices, ¿no? A veces no acaban así las cosas. Casi nunca, la verdad. Las historias nos acompañan toda la vida y tendemos, en cierta manera, a que nuestra vida sea como una. Pero nunca pasa así. Casi nunca. Muy poquitas veces. Poquítisimas.
-Esa palabra no existe.
-Pero la entiendes, ¿no?
-Sí.

...

-Pero entonces, dime, ¿qué pasó? Si no se encontraron, ¿por qué esto es una historia?
-Porque hicieron cosas, claro.
-Eso no tiene sentido. Dos personas que no se encontraron... ¿dos caminos distintos? ¡Eso serían dos historias! Las dos trágicas. A su manera.
-Podría parecer así, claro, pero la realidad es mucho más sencilla. Es una historia con dos personajes. Un chico y una chica en una tarde de lluvia. La chica consigue lo que quiere aunque no está segura de que sea eso lo que quiere. El chico por su lado no consigue lo que quiere y le tocará, quizá en otra historia, enfrentarse a la realidad.
-¡Pero es un cuento! El cuento acaba y punto.
-¡Qué cruel eres!
-¿Qué? ¿Por qué?
-¡Condenas a esos pobres a vivir eso continuamente! Si el cuento es solo eso, lo vivirán una y otra y otra vez, no hay esperanza para ellos. No podrán avanzar, crecer, vivir. Están atrapados en tu flujo temporal.
-Pues cuéntame la secuela.
-Cuéntatela tú. Estoy cansado.
-¡Ey! ¡No! Son tus personajes.
-No son míos, son de quien los imagine. De quien los vea cuando cuento historia. Y lo que hagan antes y después es cosa suya, no mía. Tú has decidido que esas personas jamás vivirán otra cosa que su historia de desencuentro. Ahora, ajo y agua, carga con las consecuencias de tus actos.
-No me seas dramático. Que sólo son unos personajes de un cuento.
-¡¿Sólo?!
-Vale, vale. A ver. ¿La continuo yo?

...

-Esta bien, puedes continuarla.
-¡Genial! Vale. A ver. Tenemos al chico... y a la chica, ¿no?
-Sí.
-Uno está, creo que está angustiado, porque claro, no la ha encontrado. Y ahora está falto de metas, está en su cuarto, mirando por la ventana, a la nubes. Desea ser una nube. No tienen preocupaciones, no tienen ocupaciones, sólo siguen el viento. Pero luego desecha ese pensamiento al instante, las nubes no pueden decidir, no tienen libertad. La libertad duele, pero no la quiere perder.
-Sí, supongo que estaría así.
-Y ella está mirando con orgullo todo lo que ha logrado por su cuenta. Ha crecido, se siente bien. Cumplió sus metas y sueños, llegó hasta donde quiso llegar y ahora está en su cuarto, lo está ordenando. Algo rutinario cada cierto tiempo, hay que tirar las cosas viejas que uno ya no quiere para que quepan las cosas nuevas de las que uno se enorgullece. Entre las cosas que encuentra saca unas viejas cartas, las mira con nostalgia...
-¿Vas a contar que siente morriña por el otro?
-Eso pensaba.
-Sí que te gustan los finales felices.
-¡Es mi historia y haré lo que quiera!
-Oh, venga. Ella es casi feliz ya y el otro tiene que aprender a dejar ir, a renovarse. Tiene que enfrentarse al cambio. Una vez lo haga verás lo feliz que es.
-Pero... me hacía ilusión que no hiciese falta tanto lío para que fuesen... ya sabes, algo. Un juego con las manos, un café una tarde domingo, merendar viendo una peli, un pequeño viaje al campo. Mirar unas viejas cartas...
-Pero la vida no es así.
-¿Cómo que no? La vida PUEDE ser así.
-No.
-Sí.
-No.
-Que te calles.
-Que no puede ser así. La vida es un conjunto de patrones, esquemas, conexiones, momentos, casualidades, segundos decisivos. Somos el producto de cientos de miles de millones de decisiones y cientos de miles de millones de decisiones se producen a nuestro alrededor cada momento. No es todo tan sencillo como mirarse a los ojos y sentirse en casa.
-Tu vida es muy triste, ¿lo sabías?
-Y la tuya una ilusión.
-¿Y qué es una historia?


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