viernes, 24 de julio de 2015

Mi amigo mudo ya no está

¿Habéis conocido a alguien mudo? Yo sí. Era un gran amigo. Era... creo que era mi mejor amigo. Ha muerto esta noche. Y aquí estoy, en la azotea del hospital donde murió. Con una cerveza. No sé qué sentir. El pobre estaba aterrado, no quería dejarnos. No quería dejarnos solos. ¿Imaginas lo que debe ser eso? Saber que vas a dejar solos a todos tus amigos. Que vas a dejar sola a tu mejor amiga. 
Estúpido. 
El miedo que nos daba a nosotros dejarle solo... Isquemia intestinal tenía. Tuvo. Joder, esto es muy raro. No puedo aceptar que hace quince minutos estuviera aquí y ya... no. Como si se hubiera desvanecido. ¡Puf! ¡Y ya no está! Joder. No. No es justo. Pero también, ¿qué coño espero? ¿Trompetas y un coro? Se sentía cansado... se durmió y no... no despertó. No tuvo últimas palabras siquiera, era mudo. Nos dijo con las manos, "¿estaréis cuando despierte?". Claro, le dije. Claro que lo estaremos. ¿Por qué no despertaste, cabrón? Podrías haberlo hecho. Podrías no habernos hecho llorar. Nos dijo que gracias por haber venido. Que gracias por todo lo que hemos hecho por él. Idiota, como si eso importara. Al final no importa lo que haya hecho por ti... Importa cómo nos cambiaste, estúpido. Cómo me hiciste sentir querida y cómo lograste que no me sintiera sola nunca más. ¡¿Qué vas a hacer ahora, eh?! ¿Cómo vas a hacer que no me sienta sola? Cómo voy a hacer que no te sientas solo allí arriba... 

Le encantaban las estrellas, ¿sabéis? Bueno, le gustaba todo aquello que no hiciese falta hablar para disfrutarlo, Era un vago también. Miro a las pocas estrellas que me deja ver esta ciudad, me pregunto... me pregunto si estarás entre ellas. Si me verás desde ahí arriba. Si me juzgas. Si crees que podría haber hecho algo. Si hice bien. Si pude haberlo hecho mejor. Si estuviste contento conmigo. Si esperabas algo más. Si fui suficiente. ¿Por qué te has tenido que ir? 
¿Te acuerdas de aquella vez que nos pusimos a lanzarnos tartas? Fue la primera vez que te escuché reír. Era una risa ahogada, al principio pensé que te había asfixiado con la nata, pero vi tu cara y supe que reías y la risa de un mudo es un regalo. Idiota... Llevo su abrigo, quiero llevarlo siempre. Era mi amigo. Era Mi amigo. Fue... mi amigo. 
No esperéis que esto sea una historia con final feliz, no. Él no está y yo estoy... no sé cómo estoy. ¿Triste, enfadada, aliviada, ida? ¿Qué espero? ¿Una señal? ¿De qué? ¿De que acuerda de mí? Yo me acuerdo de él. No me voy a olvidar. Ni de coña. No. No me voy a olvidar. 

Era mi amigo y ya no está. Y estoy como en un mal sueño. Y hace frío, las luces de la ciudad me atontan y el ruido del tráfico me acompaña. Su abrigo me da calor y su recuerdo... Su mirada... 
Me alegro de... al menos, haberme podido despedir de él. 
¿Qué me cabe esperar?

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